BUSTAR-BUS

Aburrida me tienen...

La línea 725 es una pesadilla, pero de las que se repiten. Un terror nocturno a pleno día. Nunca llega a su hora, con lo cual, los usuarios tenemos que calcular, al menos, dos horas de tiempo desde que estamos en la parada hasta que llegamos a nuestro destino. Estimar en menos tiempo el recorrido del autobús es arriesgarnos a llegar tarde.
¿Es que nuestro tiempo es tan poco valioso para esa empresa?. Si es así, que no nos lo cobre a tres euros por trayecto.La última moda de esta desastrosa compañía consiste en no recoger pasajeros. Ya van dos veces en una semana que el autobús de las 9’50 llega a las 10’20 con un cartel que reza: SIN SERVICIO. La única alternativa que se nos brinda es esperar al siguiente que no saldrá de Bustarviejo hasta las 10’50. Si se le pregunta al conductor, o no contesta –es lo más habitual- o dice algo así (no se molesta ni en abrir la ventanilla, con lo que hay que leerle los labios) como: “voy a encerrar”. ¿A las 10’20 de la mañana y ya “encierran” autobuses?. Difícil de creer.
Para más cachondeo, cuando ¡al fin! estamos dentro del autobús hay que soportar una parada en Colmenar Viejo para entregar algo a alguien de la compañía: no se sabe qué, ya que a nosotros nos dejan encerrados a cal y canto dentro del bus mientras duran las “gestiones”. Otra parada habitual e injustificable se produce en la gasolinera de Soto del Real para llenar el depósito... y si encima tenemos la desgracia de pillar el cambio de conductor, las explicaciones entre el entrante y el saliente sobre lo que funciona o no funciona hoy en el vehículo pueden demorarse un tiempo indeterminado... Todo esto puede suponer, sumado, más de un cuarto de hora de retraso. Hagamos cuentas: una hora de espera; un cuarto de hora de pérdida de tiempo, y con suerte, hora y cuarto de trayecto, tardaremos en llegar a Madrid nada más y nada menos que ¡¡dos horas y media!!.
El AVE tarda dos horas en llegar a Sevilla. Casi nos conviene más trabajar allí que en la capital de EspañaPara que luego digan que no existen los bucles espacio temporales de los que habla la ciencia-ficción.

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