Mi gozo, en un pozo
Colmenarejo me hizo albergar falsas esperanzas. Hacia tiempo que el autobús no paraba en la dichosa gasolinera de Soto del Real, ni lo hacía en Colmenar Viejo... pero se debía tratar de una simple maniobra de despiste. Ahora para en la gasolinera de Miraflores. En un semana me ha pasado cuatro veces, y a diferentes horas del día o de la noche.
Eso sí, en lugar de dejarnos encerrados en el autobús mientras reposta, deja las dos puertas abiertas, con lo cual, los que allí estamos nos pelamos de frío.
Uno de los conductores, al ser preguntado por la extraña e irritante manía de echar gasolina en pleno viaje, respondió: “Ya he repostado esta mañana, pero me acaban de llamar para que lo haga otra vez. Hay gasolina, pero el que manda, manda”.
Supongo que los que vamos a Bustarviejo estamos deseando llegar a casa, y me parece ya una cuestión de crueldad mental que estando tan cerca tengamos que pasar por una espera absolutamente innecesaria y, encima, congelados vivos.
Colmenarejo tiene la obligación de solucionar esta irregularidad que no se da ni en los autobuses de grandes rutas. Todos estos vehículos llenan sus depósitos antes o después del viaje y no cuando y dónde le da la gana a la dirección, a esos que dice el conductor son “los que mandan”. Yo creía que el hecho de pagar tres euros por el trayecto daba algún derecho al usuario.
Pongo, una vez más mi reclamación al consorcio.
Eso sí, en lugar de dejarnos encerrados en el autobús mientras reposta, deja las dos puertas abiertas, con lo cual, los que allí estamos nos pelamos de frío.
Uno de los conductores, al ser preguntado por la extraña e irritante manía de echar gasolina en pleno viaje, respondió: “Ya he repostado esta mañana, pero me acaban de llamar para que lo haga otra vez. Hay gasolina, pero el que manda, manda”.
Supongo que los que vamos a Bustarviejo estamos deseando llegar a casa, y me parece ya una cuestión de crueldad mental que estando tan cerca tengamos que pasar por una espera absolutamente innecesaria y, encima, congelados vivos.
Colmenarejo tiene la obligación de solucionar esta irregularidad que no se da ni en los autobuses de grandes rutas. Todos estos vehículos llenan sus depósitos antes o después del viaje y no cuando y dónde le da la gana a la dirección, a esos que dice el conductor son “los que mandan”. Yo creía que el hecho de pagar tres euros por el trayecto daba algún derecho al usuario.
Pongo, una vez más mi reclamación al consorcio.
Enviado por: La Malpeinada
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